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16/1/15



El juez Leandro Ríos dictó el auto de procesamiento y prisión preventiva el último día hábil del año para la Justicia Federal y le imputó a Ricardo Atilio Céparo el secuestro y torturas que sufrió una mujer durante la última dictadura cívico-militar.

Juan Cruz Varela
De la Redacción de Página Judicial


El ex policía provincial Ricardo Atilio Céparo fue procesado con prisión preventiva, acusado de integrar una patota policial que realizaba secuestros y torturas de militantes sociales durante la última dictadura cívico-militar.

Según pudo saber Página Judicial, el juez federal de Paraná, Leandro Ríos, dictó el auto de procesamiento el 30 de diciembre pasado, el último día hábil antes de la feria judicial, y acusó a Céparo por los delitos de privación ilegítima de la libertad, apremios ilegales e imposición de torturas por hechos ocurridos entre agosto y diciembre de 1976.

Hasta el momento la medida no ha sido recurrida por los defensores de Céparo, Nora Lanfranqui y Boris Cohen, aunque los plazos para presentar la apelación comenzarán a correr a partir del 2 de febrero, cuando se retomen las actividades normales en la Justicia Federal. Mientras tanto, el ex oficial auxiliar de la Policía oriundo de Strobel, departamento Diamante, permanece detenido en la cárcel de Paraná.

La causa se inició a partir de una denuncia presentada por un hombre y una mujer que dicen haber sido secuestrados por una patota de la Policía de Entre Ríos en agosto de 1976. Según su relato, permanecieron ilegalmente detenidos en la Comisaría Quinta de Paraná. El hombre estuvo la mayor parte del tiempo tabicado y apartado del resto de los detenidos, pero la mujer fue trasladada varias veces hasta la Jefatura Central de Policía y sometida a violentos interrogatorios en el Área de Sanidad.

La mujer reconoce a Céparo como la persona que hacía los traslados desde la comisaría hasta la jefatura central –por haber escuchado que se identificaba con su nombre en la guardia de la sede policial–; aunque también asegura que participaba de los interrogatorios bajo tortura.

Después de cuatro meses, ambos fueron liberados. En ningún momento estuvieron a disposición de ningún juez, pero tampoco de las autoridades militares.

De policía a chofer de jueces

Ricardo Atilio Céparo, de 66 años, es suegro de Emilio Castrillón, el vocal del Superior Tribunal de Justicia (STJ), y hasta su detención se desempeñaba como chofer del alto cuerpo. Natalia, una de las hijas del ex policía, está casada con el magistrado; y Betiana, otra de las hijas, fue designada en 2013 como jueza de Familia y Menores de Feliciano.

Cépero era oficial auxiliar de la Policía de Entre Ríos y quedó cesante a partir del 24 de julio de 1981, tras un sumario administrativo en el que fue acusado de haber cobrado indebidamente multas en nombre del Estado. Luego fue chofer de una cochería de servicios fúnebres de La Paz. En el año 2003 presentó un recurso de gracia pidiendo su reincorporación al cuadro de oficiales de la Policía. En ese momento invocó “la difícil situación económica que atraviesa” y dijo que el sumario había sido “arbitrario y viciado de nulidades”. El gobierno que entonces encabezaba Sergio Montiel le rechazó el recurso en noviembre de 2003 y la medida fue confirmada en abril de 2005 por el gobernador Jorge Busti y su ministro Sergio Urribarri.

Al momento de su detención, Céparo se desempeñaba como chofer del STJ. A partir de que la noticia tomara estado público, el alto cuerpo remitió una nota al juez federal pidiendo un informe sobre la situación del ex policía, ahora procesado. Según indicaron desde la justicia provincial, esperan tener una respuesta después de la feria.



(La Nota digital)

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